Después de una actualización automática, al reiniciar el sistema, el escritorio está visible y operativo pero se ha iniciado con Ubuntu clásico en lugar de UNITY que era el escritorio por defecto que estaba configurado.
Para comprobar si el driver gráfico y el hardware instalado es capaz de ejecutar UNITY puedes escribir el comando:
#/usr/lib/nux/unity_support_test -p
Si no se puede iniciar el modo gráfico de ninguna forma, podemos intentar recuperar la configuración segura accediendo a un terminal desde el modo de recuperación y escribiendo:
#sudo cp /etc/X11/xorg.conf /etc/X11/xorg.conf.copia
#sudo cp /etc/X11/xorg.failsafe /etc/X11/xorg.conf
Se pueden ver cuáles han sido las últimas actualizaciones en el fichero
/var/log/dpkg.log
En mi caso, las únicas actualizaciones que considero que han podido cambiar la configuración establecida están relacionadas con la instalación de mesa-dri puesto que ninguna otra aparece en el fichero relacionada con el sistema gráfico.
En todo caso, solución pasó por reinstalar el driver de NVIDIA. Paso a paso:
En primer lugar, abrir una consola de texto con CTRL-ALT-2 o acceder al sistema usando el modo de recuperación y desactivar en el entorno gráfico escribiendo:
#sudo telinit 3
A continuación, eliminamos todo rastro del driver antiguo:
#sudo apt-get remove --purge nvidia-*
Configuramos las X de nuevo con:
#sudo Xorg -configure
y por último reinstalamos el driver que deberemos tener previamente descargado en algún directorio:
#sudo sh NVIDIA-Linux-x86-285-05-09
La versión del driver puede variar en función de la tarjeta gráfica o de la versión de Ubuntu.